La faringitis femenina y los remedios caseros

Dos treintañeras y compañeras de trabajo, coinciden (justo a la hora del desayuno) en el comedor de la oficina en la que trabajan:

- Buenos días Magda ¡¡Uff tía... qué mala cara traes hoy!! ¿Qué te pasa? ¿Te encuentras mal?

- Ay... Pili, no se... tengo un dolor de garganta tremendo, casi no puedo tragar ni saliva, y me cuesta respirar de lo inflamadas que tengo las amígdalas... me encuentro fatal.

- Ahh, pues mira, tengo un remedio casero para eso... a mí cuando me pasa eso, le hago una súper mamada profunda a mi marido, luego le digo que me haga un buen anal y me deja como nueva. ¡¡Es un remedio infalible, te lo aseguro!!

- ¡¡¿Cómo?!! ¿Pero que me estás contando? ¡¡Yo no puedo hacer eso!! ¡¡Tú debes estar loca si piensas que yo voy a hacer eso!!

- Que sí Magda, ay chica... que estrecha eres a veces, ¡¡Te digo que es un remedio infalible!! ¡¡No falla!!

Magda, no puede ocultar ni reprimir su cara de sorpresa, al hablar del tema con Pili...

- No sé tía, no sé, si yo podría hacer eso... es que me da cosa. ¿No?

Ya sabes que yo, soy muy puritana para estas cosas del sexo no tradicional.

- Pero... ¿Por qué tía? ¡¡A él le va a encantar, seguro!! Y tú, aparte de quedar totalmente satisfecha, ya verás como mejoras una barbaridad tu salud.

Magda se queda pensativa y no contesta, pero sin embargo, continúa durante el resto del día, dándole vueltas al consejo que le ha dado su compañera de trabajo, Pili.

Al día siguiente, Magda irrumpe radiante en la oficina, con cara de felicidad, una sonrisa de oreja a oreja, contoneándose como una modelo y con incuestionables muestras de mejoría en su estado de salud.

Al verla tan radiante, eufórica y contenta, le pregunta su amiga:

- ¿Qué Magda? Por tu jovial aspecto... ya veo que hiciste lo que te dije ayer... ¿No?

- ¡Ay chica, tuviste una idea genial! ¡¡¡Que locura!!! ¡¡¡Que éxtasis!!!

¡¡Tu marido no se podía creer, que todo hubiese sido idea tuya!!