Desde que empecé a desarrollar, vi que algo no iba bien con mi
pene. Todo mi cuerpo se desarrollaba y crecía normalmente, excepto el miembro
viril.
O sea… "Mi querido hermano pequeño"
Conforme pasaba el tiempo, observé que nada cambiaba con
respecto a esta -para mí- preocupante situación.
Todo seguía el rumbo marcado por la cruel naturaleza, esto es
que... Todo mi cuerpo seguía desarrollándose y creciendo normalmente, excepto
mi miembro viril.
Parecía que "Mi querido hermano pequeño", tenía
su propio plan, al margen de todo lo que mi cuerpo y la genética, tuviesen
planeado para mí.
Cierto día, decidí consultar con un cirujano plástico, los
pros y los contras, que tendría para mí una intervención de esta importancia.
Busqué todo tipo de información -al respecto- en Internet, pedí
cita con el mejor cirujano plástico en esa materia, consulté con mi pareja
sentimental, y llegado el día, -dentro de la consulta médica-, acompañado de mi
pareja, le dije…
— Doctor, opéreme usted el pene.
Haga usted lo necesario, todo cuanto esté en su mano, para que
pueda vérmelo mucho mejor de lo que puedo hacerlo ahora mismo. A veces, cuando
quiero hacer pis, me cuesta ver hacia donde estoy apuntando dado su pequeño
tamaño.
¡QUIERO VÉRMELO MUCHO MEJOR DOCTOR!
El doctor, -persona formal y seria donde las haya-, me
contestó…
— Pondré a su disposición, todo el equipo técnico y humano
necesarios, para que pueda ver cumplido su deseo señor.
— Y… ¡¡MIRAD LO QUE ME HA HECHO EL HdP!!
soy mujer y no es que no entienda tu texto....Me ha encantado y me has hecho sonreir
ResponderEliminarGracias por elegir este rincón para reírte un poco amiga. Intento siempre, haceros la vida algo más divertida y risueña, así, todo se hace más llevadero.
EliminarUn saludo RECOMENZAR!!